miércoles, 2 de septiembre de 2009

EL CAMINO DEL CHOIKE Nº 4

SERIE NARRATIVA


EL BOTE DE MAZAPAN. Miguel Guajardo

Melche es un poblado escasamente conocido. Está ubicado a orillas de un riachuelo al que da o debe su nombre. Nadie hubiera sabido de su existencia de no haber ocurrido una proliferación de hormigas que provocó alarma entre los melchinos.
Ese verano las hormigas invadieron casas, sitios y calles. Las autoridades y el pueblo preocupados del problema se reunían casi diariamente para proponer y ejecutar medidas que permitieran solucionar tamaña dificultad. Pasó así casi todo el verano sin que alguna propuesta ejecutad permitiera erradicar las hormigas.
Muy poca gente visita Melche en el verano y aquel año de la plaga sólo un forastero asomó por el pueblo ya finalizando el mes de febrero. llegó con la intención de disfrutar del silencio, la tranquilidad y la belleza del paisaje sureño pero se encontró en medio del drama que estaban viviendo los habitantes de Melche. Sin poder abstraerse de tal realidad, se incorporó prontamente a la lucha por terminar con las hormigas. Así fue que cada hogar le hizo entrega de harina cruda, azúcar o almíbar, sal, huevos y levadura. Una vez reunidos todos estos materiales, las mujeres empezaron a preparar un amasijo sobre una artesa confeccionada para tales propósitos. Cuando estuvo lista la masa hombres y mujeres procedieron con ella a construir un bote, el que fue embadurnado con una gruesa capa de almíbar y se esperó que las hormigas abordaran el bote de mazapán como se llamó a ese cascaron de masa. Al caer la tarde empujaron con la secreta esperanza de que el bote flotara sobre el río Melche y que la corriente lo arrastrara llevándose el indeseable cargamento.

Miguel Guajardo Barrera.
Ingeniero Forestal. Poeta Cantor, avecindado en Curacautín.